Que son los principios fundamentales
¿Qué influencia es la que induciría a los hombres en esta etapa de nuestra historia para proceder en una forma solapada y poderosa para derribar el fundamento de nuestra fe: el fundamento que fue colocado en el principio de nuestra obra mediante estudio de la Palabra acompañado de oración y mediante revelación? Sobre este fundamento hemos estado construyendo durante los últimos cincuenta años.
Somos el pueblo que guarda los mandamientos de Dios. Durante los últimos cincuenta años toda suerte de herejías han sido presentadas para dominarnos, para nublar nuestras mentes acerca de la enseñanza de la Palabra: especialmente acerca de la ministración de Cristo en el santuario celestial y el mensaje del cielo para estos últimos días, como es dado por los ángeles del capítulo 14 del Apocalipsis. Mensajes de toda especie han sido presentados a los adventistas del séptimo día para ocupar el lugar de la verdad que, punto por punto, ha sido descubierta mediante estudio con oración, y testificada mediante el poder del Señor que obra milagros. Pero los hitos que nos han hecho lo que somos, han de ser preservados y serán preservados, como Dios lo ha manifestado mediante su Palabra y el testimonio de su Espíritu. El nos insta a aferrarnos firmemente, con el vigor de la fe, a los principios fundamentales que están basados sobre una autoridad incuestionable. { 1MS 243.1; 1SM.208.2 }
Cuan grave es tocar los principios fundamentales de la organización
No podemos derribar ahora el fundamento que Dios ha puesto. No podemos entrar ahora en una nueva organización; porque esto significaría apostatar de la verdad (Apuntes, La Iglesia, N° 1. Escrito el 24 de diciembre de 1905).
El fundamento es el mensaje de los Tres Ángeles
DURANTE LOS cincuenta años pasados de mi vida, he tenido preciosas oportunidades de obtener un conocimiento experimental. He tenido experiencia en los mensajes del primero, del segundo y del tercer ángel… Hombres y mujeres esclarecidos por el Espíritu de Dios y santificados por la verdad proclaman sucesivamente los tres mensajes. …mientras la preocupación de muchos consiste en desarraigar el fundamento de nuestra fe que nos ha hecho salir de las iglesias y del mundo para constituir un pueblo peculiar en el mundo… El enemigo pondrá en movimiento todo lo que pueda para desarraigar la confianza de los creyentes en las columnas que constituyen nuestra fe en los mensajes del pasado, lo cual nos ha colocado sobre la elevada plataforma de la verdad eterna, y ha establecido y dado distinción a la obra. 2MS 446 —The Review and Herald, 20 de septiembre de 1892.
Una firme plataforma de los Tres Ángeles
Vi que una compañía se mantenía de pie bien guardada y firme, negando su apoyo a aquellos que querían trastornar la fe establecida del cuerpo. Dios miraba con aprobación a esa companía. Me fueron mostrados tres escalones: los mensajes del primer ángel, del segundo y del tercero. Dijo mi ángel acompañante: …” Nuevamente se me hizo recorrer esos mensajes, y vi a cuán alto precio había obtenido su experiencia el pueblo de Dios. La obtuvo por mucho padecimiento y severo conflicto. Dios lo había conducido paso a paso, hasta ponerlo sobre una plataforma sólida e inconmovible. Vi a ciertas personas acercarse a la plataforma y examinar su fundamento. Algunos subieron inmediatamente a ella con regocijo. Otros comenzaron a encontrar defectos en el fundamento. Querían que se hiciesen mejoras. Entonces la plataforma sería más perfecta, y la gente mucho más feliz. PE 258,259
La mano de Dios está en el timón
No hay necesidad de dudar, de temer que la obra no tenga éxito. Dios está al frente de ella, y pondrá todo en orden. Si hay que ajustar ciertos asuntos en la sede de la obra, Dios se ocupará de ello, y corregirá todo. Tengamos fe que Dios va a conducir con toda seguridad al puerto al noble barco que conduce al pueblo de Dios. (Review and Herald, 20 de septiembre de 1892)
Hacer de lado el fundamento que es el Tercer Ángel es salir de la Organización
La verdad para este tiempo es preciosa, pero aquellos cuyos corazones que no han sido quebrantados al caer sobre la Roca que es Cristo Jesús, no verán ni comprenderán qué es la verdad. Aceptarán aquello que place a sus ideas y comenzarán a preparar otro fundamento diferente del que ya ha sido puesto. Halagarán su propia vanidad y estima pensando que son capaces de quitar las columnas de nuestra fe para reemplazarlas por pilares inventados por ellos.
Después que pasó el tiempo cuando esperábamos la venida de Cristo, Dios confió a sus seguidores fieles los principios preciosos de la verdad presente. Estos principios no se dieron a los que no habían tenido parte en la predicación de los mensajes del primero y segundo ángeles. Se dieron a los obreros que habían participado en la causa desde el comienzo. Los que pasaron por estas experiencias deben ser tan firmes como una roca en su apego a los principios que nos han convertido en adventistas del séptimo día.
Estos hombres no deben permitir que su fe se cambie en infidelidad, ni deben permitir que el estandarte del tercer ángel sea arrebatado de sus manos. El Señor ha declarado que la historia pasada se repetirá cuando lleguemos a la terminación de la obra. Cada verdad que él ha dado para estos últimos días debe ser proclamada al mundo. Cada columna que él ha establecido debe ser fortalecida. No podemos derribar ahora el fundamento que Dios ha puesto. No podemos entrar ahora en una nueva organización; porque esto significaría apostatar de la verdad (Apuntes, La Iglesia, N° 1. Escrito el 24 de diciembre de 1905).
Satanás procura detener la proclamación del Tercer Ángel
Satanás ha ideado un estado de cosas por el cual la proclamación del mensaje del tercer ángel será detenida. Debemos precavernos de sus planes y métodos. No debe suavizarse el tono de la verdad, no debe disimularse el mensaje para este tiempo. El mensaje del tercer ángel debe ser fortalecido y confirmado. El capítulo dieciocho de Apocalipsis revela la importancia de presentar la verdad no en términos mesurados, sino con valentía y poder. Ha habido demasiados rodeos en la proclamación del mensaje del tercer ángel. El mensaje no ha sido dado tan clara y distintamente como debiera haber sido proclamado.—Manuscrito 16, 1900. { Ev 171.2; Ev.230.2 }
Nuestra única obra para hoy es predicar el Tercer Ángel
Nuestra obra consiste en predicar al mundo los mensajes del primero, segundo y tercer ángeles. Al cumplir nuestros deberes, no debemos despreciar ni temer a nuestros enemigos. Pero unirnos mediante compromisos con los que no participan de nuestra fe, es algo que Dios no aprueba. (Carta 128 , del 6 de julio de 1902, a la junta de la Asociación General y a la Comisión Médico Misionera.)
El tercer ángel, que vuela por en medio del cielo, y proclama los mandamientos de Dios y el testimonio de Jesús, representa nuestra obra. El mensaje no pierde fuerza mientras el ángel vuela hacia adelante; porque Juan lo ve aumentar en fortaleza y poder hasta que toda la tierra está iluminada con su gloria. { 2JT 169.1; 2TT.169.1 }
La Asociación General procuró detener alguna vez el Tercer Ángel es decir la obra de Dios
A veces, cuando un pequeño grupo de hombres encargados del manejo general de la obra, procuró ejecutar en nombre de la Asociación General planes imprudentes y restringir la obra de Dios, he dicho que ya no podía considerar la voz de la Asociación General, representada por estos pocos hombres, como la voz de Dios. { 9TI 209.1; 9T.260.2
Pueden errar los ministros y dirigentes de la iglesia pero el mensaje no caerá
Los ministros que han predicado la verdad con todo celo y fervor pueden apostatar y unirse a las filas de nuestros enemigos; acaso ¿transforma esto la verdad de Dios en mentira? “Pero—dice el apóstol—el fundamento de Dios está firme1. 2 Timoteo 2:19. Pueden cambiar la fe y los sentimientos de los hombres; pero nunca la verdad de Dios. Se está proclamando el mensaje del tercer ángel; es infalible. { MPu 431.1; PM.389.1 }
NO debe prohibirse hablar con fuerza el Tercer Ángel
Si alguna vez hubo un tiempo en la historia de los adventistas cuando deberían levantarse y brillar, ese tiempo es ahora. A ninguna voz se le debiera impedir proclamar el mensaje del tercer ángel. Que nadie, por temor de perder prestigio en el mundo, oscurezca un solo rayo de luz que proviene de la Fuente de toda luz. ATO 169