EL MINISTERIO LAICO

Apóyenos para sacar mas contenido.

La evangelización no es trabajo del ministerio pastoral solamente

Es un error fatal suponer que la obra de salvar almas depende solamente del ministerio. El humilde y consagrado creyente a quien el Señor de la viña le ha dado preocupación por las almas, debe ser animado por los hombres a quienes Dios ha confiado mayores responsabilidades. Los dirigentes de la iglesia de Dios han de comprender que la comisión del Salvador se da a todo el que cree en su nombre. Dios enviará a su viña a muchos que no han sido dedicados al ministerio por la imposición de las manos. HAp 90.4

Dios enviará a predicar a muchos que no recibieron curso regular de estudio universitario de teología

Dios puede y quiere emplear a aquellos que no recibieron una educación cabal en las escuelas de los hombres. El dudar de su poder para hacerlo, es una incredulidad manifiesta; es limitar el poder omnipotente de Aquel para quien nada es imposible. ¡Ojalá se manifestase menos de esta prevención desconfiada e inoportuna! Deja muchas fuerzas de la iglesia sin emplear; cierra el camino, de modo que el Espíritu Santo no pueda emplear a los hombres; mantiene en la ociosidad a quienes están dispuestos y ansiosos por trabajar en la obra de Cristo; desanima a entrar en la obra a muchos que llegarían a ser eficientes obreros de Dios, si se les diese una oportunidad justa.  OE 503.3

Muchos tienen miedo de que esto vaya a desorganizar la iglesia por los laicos

Para el profeta, la rueda que giraba dentro de una rueda, la apariencia de los seres vivientes relacionados con ellas, todo parecía intrincado e inexplicable. Pero se ve la mano de la Sabiduría infinita entre las ruedas, y el orden perfecto es el resultado de su obra. Cada rueda, dirigida por la mano de Dios, obra en armonía perfecta con todas las demás ruedas. Me ha sido mostrado que los instrumentos humanos están expuestos a buscar demasiado el poder, y a tratar de regir la obra ellos mismos. Dejan al Señor Dios, el Obrero poderoso, demasiado afuera de sus métodos y planes, y no le confían todo lo que se relaciona con el progreso de la obra. Nadie debe imaginarse por un momento que puede manejar las cosas que pertenecen al gran YO SOY. Dios, en su providencia, está preparando un camino para que la obra pueda ser hecha por agentes humanos. Por lo tanto, que cada hombre ocupe su puesto de deber, para desempeñar su parte para este tiempo, y saber que Dios es su instructor. OE 504.1

No condenar los métodos individuales

Por otro lado, los dirigentes de entre el pueblo de Dios deben guardarse del peligro de condenar los métodos de los obreros individuales que sean inducidos por el Señor a hacer una obra especial para la cual hay pocos idóneos. Sean los hermanos que llevan responsabilidades lentos para criticar movimientos que no estén en perfecta armonía con sus métodos de trabajo. No supongan ellos nunca que cada plan debe reflejar su propia personalidad. No teman confiar en los métodos de otros; porque al privar de su confianza a un hermano obrero que, con humildad y celo consagrado, está haciendo una obra especial según Dios le señaló, están retardando el progreso de la causa del Señor. OE 503.2

No se necesita el permiso de ningún ministro para esta obra

A veces alguien a quien se ha conferido responsabilidad como dirigente, concibe la idea de que está en un puesto de suprema autoridad y que todos sus hermanos, antes de avanzar, deben ir primeramente a pedirle permiso para hacer lo que creen que se debe hacer. Esa persona se encuentra en posición peligrosa. Ha perdido de vista la obra del verdadero dirigente del pueblo de Dios. En lugar de actuar como sabio consejero, asume las prerrogativas de un gobernante exigente. Se deshonra a Dios cada vez que se exhibe semejante autoridad y exaltación propia. Nadie que confíe en su propia fuerza ha de erigirse jamás en mente y juicio de alguien a quien Dios está usando en su obra. Nadie debe trazar pautas y reglamentos humanos para gobernar arbitrariamente a sus colaboradores que tienen una experiencia viva en la verdad. TM 491.3

Dios invita a los que han ejercido indebida autoridad que aparten de sus obreros su mano dominadora. Trate toda persona a quien han sido confiadas sagradas responsabilidades de comprender su deber individual ante Dios, y cumplirlo con humildad y fidelidad. Nadie se considere un amo que puede ejercer su poder dominante sobre sus hermanos. Los principios de la Palabra de Dios deben ser enseñados y practicados. TM 492.1

Alguien vendrá con el espíritu de Elías

La profecía debe cumplirse. El Señor dice: “He aquí, yo os envío al profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible”. Alguien debe venir con el espíritu y el poder de Elías, y cuando aparezca, los hombres posiblemente dirán: “Eres demasiado piadoso, no interpretas las Escrituras de la debida manera. Déjame decirte cómo tienes que predicar tu mensaje”. TM 475.3

Muchos rechazarán la obra del Elías final

Dios dice a sus siervos: “Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, y anuncia a mi pueblo su rebelión, y a la casa de Jacob su pecado”. Pero cuando el sencillo y directo testimonio viene de labios que se mueven por influjo del Espíritu de Dios, hay muchos que lo tratan con desdén. Estos son los que entre nosotros, en los hechos si no en las palabras, “dicen a los videntes: No veáis; y a los profetas: No nos profeticéis lo recto, decidnos cosas halagüeñas, profetizad mentiras; dejad el camino, apartaos de la senda, quitad de nuestra presencia al Santo de Israel. Por tanto, el Santo de Israel dice así: Porque desechasteis esta palabra, y confiasteis en violencia y en iniquidad, y en ello os habéis apoyado; por tanto, os será este pecado como grieta que amenaza ruina, extendiéndose en una pared elevada, cuya caída viene súbita y repentinamente… Porque así dijo Jehová, el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza. Y no quisisteis”. TM 89.1

El (Elías)  no predicará lo que los hombres quieran

Cuando el Espíritu Santo mueve al agente humano no nos pregunta en qué manera ha de proceder. A menudo actúa de maneras inesperadas. Cristo no vino en la forma en que los judíos lo esperaban. No vino de una manera tal que los glorificara como nación. Su precursor vino a preparar el camino delante de él, llamando al pueblo a arrepentirse de sus pecados, a convertirse y bautizarse. El mensaje de Cristo fue: “El reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el Evangelio”. Los judíos rehusaron recibir a Cristo, porque no vino según la forma en que lo esperaban. Las ideas de hombres finitos fueron tenidas por infalibles, porque eran muy antiguas. TM 64.2

Debe desecharse el espíritu autoritario

No es el plan de Dios que algún hombre, o algún grupo de hombres, presuman que Dios los ha convertido en conciencia para sus hermanos, o manifiesten un espíritu autoritario para dominar a los obreros delegados por el Señor, haciendo peligrar así la seguridad tanto de la herencia del Señor como de la suya propia, y retardando el avance de la obra de Dios. El Señor no se limita a un solo hombre, o a un grupo de hombres, para realizar su obra; sino que dice de todos: Vosotros sois “colaboradores de Dios”. Esto significa que toda alma creyente debe tener una parte que hacer en su sagrada obra, y todo individuo que cree en Jesucristo ha de ser para el mundo un símbolo de la suficiencia de Cristo; ha de presentar a su iglesia las más elevadas leyes del mundo futuro e inmortal, y en obediencia a los incomparables mandatos del cielo, ha de revelar la profundidad de un conocimiento independiente de las elucubraciones humanas. TM 208.2

Un mensaje cariñoso a los ministros que se oponen a la predicación laica

“Pero no todos están siguiendo la luz. Algunos están apartándose del sendero seguro, que a cada paso es el sendero de la humildad. Dios ha encomendado a sus siervos un mensaje para este tiempo; pero este mensaje no coincide en todo respecto con las ideas de todos los dirigentes, y algunos critican el mensaje y a los mensajeros. Aun se atreven a rechazar las palabras de reprobación enviadas a ellos por Dios por medio de su Espíritu Santo. NB 356.1

A nadie se le debe prohibir predicar el tercer ángel

Si alguna vez hubo un tiempo en la historia de los adventistas cuando deberían levantarse y brillar, ese tiempo es ahora. A ninguna voz se le debiera impedir proclamar el mensaje del tercer ángel. Que nadie, por temor de perder prestigio en el mundo, oscurezca un solo rayo de luz que proviene de la Fuente de toda luz. ATO 169.2

El peligro de prohibir predicar a otros

Algunos de nuestros hermanos dirigentes están inclinados a manifestar el espíritu que manifestó el apóstol Juan cuando dijo: “Maestro, hemos visto a uno que echaba fuera demonios en tu nombre; y se lo prohibimos, porque no sigue con nosotros.” 7 La organización y la disciplina son esenciales, pero hay ahora gran peligro de apartarse de la sencillez del evangelio de Cristo. Lo que necesitamos es depender menos de las meras formas y ceremonias, y mucho más del poder de la verdadera piedad. Si su vida y carácter son ejemplares, trabajen todos los que quieran, cualquiera que sea su capacidad. Aunque no se conformen exactamente a vuestros métodos, no debéis decir una sola palabra para condenarlos o desalentarlos.4TS 120.2

La organización se echa a perder cuando se quiere frenar de predicar a quien Dios envía

El mal no resultará de la organización, sino de hacer que la organización lo absorba todo, reduciendo a algo de poca monta la piedad vital. Cuando la forma y la maquinaria toman la preeminencia, y se efectúa un trabajo laborioso para mantener en marcha la obra que debe ser hecha con sencillez, resultará el mal, y se realizará poco en proporción con el esfuerzo empleado. El objeto de la organización es precisamente el opuesto a éste; y si nos desorganizáramos, ello equivaldría a derribar lo que se ha edificado. Se han visto malos resultados tanto en la escuela sabática como en la sociedad misionera, porque se ha dado mucha importancia a la maquinaria, en tanto que la experiencia vital se ha perdido de vista. En muchas de las mejoras imaginadas que se han introducido, se ha colocado sobre la obra el molde del hombre. En la escuela sabática se han aceptado como dirigentes y maestros a hombres y mujeres que no tenían una disposición espiritual, y que no tenían un interés vivo en la obra encomendada a su cuidado; pero los asuntos pueden ponerse en orden únicamente por medio de la ayuda del Espíritu Santo… COES 171.1

 No se necesita pedir permiso a las autoridades superiores de iglesia para predicar

Entre todos los obreros de Dios debe haber un espíritu de armonía. El Señor ha bendecido especialmente a algunos con una experiencia que los ha capacitado para ser sabios consejeros. En nuestras diversas vocaciones debe haber una dependencia que nos induzca a ayudarnos el uno al otro. Acerca de esto Pedro dice: “Igualmente jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes”.

Pero esto no autoriza a nadie a asumir la tarea de ordenar arbitrariamente a sus hermanos que actúen como él cree conveniente, sin tomar en cuenta las convicciones personales que ellos tienen acerca de su deber. Ni han de creer los obreros escogidos por Dios que a cada paso deben esperar para preguntar a alguna autoridad superior si pueden hacer esto o aquello. Mientras colaboran de todo corazón con sus hermanos en la ejecución de los planes generales que han sido trazados para la prosecución de la obra, han de mirar constantemente al Dios de Israel para recibir dirección personal. TM 491.2

Qué es lo único que necesitan los que quieran dedicarse a predicar

Los que quieren trabajar en palabra y en doctrina, deben estar firmemente establecidos en la verdad antes de ser autorizados a salir al campo a enseñar a otros. La verdad, pura y sin adulteración, debe ser presentada a la gente. Es el mensaje del tercer ángel el que representa la verdadera prueba para la gente. Satanás inducirá a los hombres a fraguar falsas pruebas, y así tratar de oscurecer el valor del mensaje de verdad, anulando sus efectos. Ev 157.7

Hombres cuya vida no es santa y que no están preparados para enseñar la verdad presente entran en el campo sin ser reconocidos por la iglesia o por los hermanos en general, y como resultado hay confusión y desunión. Algunos tienen una teoría de la verdad, y pueden presentar los argumentos

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que la favorecen, pero carecen de espiritualidad, de juicio y de experiencia; fracasan en muchas cosas que debieran comprender antes de poder enseñar la verdad. Otros no dominan los argumentos, pero debido a que unos pocos hermanos los oyen orar bien y dar una exhortación conmovedora de vez en cuando, se los insta a que entren en el campo, a fin de dedicarse a una obra para la cual Dios no los ha preparado y para la cual no tienen suficiente experiencia ni juicio. Manifiestan orgullo espiritual, o se ensalzan y actúan bajo el engañoso pensamiento de que son obreros. No se conocen a sí mismos. Carecen de juicio sano y paciente raciocinio, hablan con jactancia de sí mismos, y aseveran muchas cosas que no pueden probar por la Palabra. Dios sabe esto; y por lo tanto no llama a los tales a trabajar en estos tiempos peligrosos, y los hermanos deben tener cuidado, no sea que impulsen a entrar en el campo a quienes no fueron llamados por él. { PE 97.2; EW.97.2 }

Aquellos hombres a quienes Dios no llamó son generalmente los que manifiestan mayor confianza de que han sido llamados y que sus labores son muy importantes. Entran en el campo y no ejercen generalmente una buena influencia. Sin embargo, en algunos lugares tienen cierta medida de éxito, y esto los induce a ellos y a otros a pensar que han sido llamados seguramente por Dios. El hecho de que tengan cierto éxito no es una evidencia positiva de que hayan sido llamados por Dios; pues los ángeles de Dios están ahora influyendo en los corazones de sus hijos sinceros para iluminar su entendimiento en cuanto a la verdad presente, a fin de que la acepten y la vivan. Y aun cuando hombres que se enviaron a sí mismos se coloquen donde Dios no los puso y profesen ser maestros, y haya almas que acepten la verdad al oírlos hablar de ella, esto no es evidencia de que fueron llamados por Dios. Las almas que reciben la verdad por su intermedio serán luego sometidas a pruebas y servidumbre, porque descubrirán más tarde que estos hombres no andan

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conforme al consejo de Dios. Aun cuando hombres perversos hablen de la verdad, puede ser que algunos la reciban; pero esto no aumenta el favor de Dios hacia aquellos que hablaron. Los hombres que son impíos siguen siendo impíos, y su castigo será según el engaño que practicaron para con los amados de Dios, y según la confusión que introdujeron en la iglesia; sus pecados no permanecerán cubiertos, sino que serán expuestos en el día de la ira de Dios. { PE 98.1; EW.98.1 }

Estos mensajeros enviados por sí mismos son una maldición para la causa. Algunas almas sinceras cifran su confianza en ellos, pensando que actúan de acuerdo con el consejo de Dios y que están en unión con la iglesia; y más tarde les permiten administrar los ritos, y, al serles demostrado claramente que deben hacer sus primeras obras, se dejan bautizar por ellos. Pero cuando llega la luz, como ha de llegar seguramente, y comprenden que estos hombres no son lo que ellas creían que eran, a saber, mensajeros llamados y escogidos por Dios, quedan sumidas en pruebas y dudas en cuanto a la verdad que recibieron, y sienten que deben aprenderlo todo de nuevo. Las acosa la perplejidad y el enemigo las perturba acerca de toda su experiencia. Se preguntan si Dios las condujo o no, y no están satisfechas hasta que se las vuelva a bautizar y comiencen de nuevo. Para el ánimo de los mensajeros de Dios es más agobiador que entrar en campos nuevos el ir a lugares donde los que estuvieron antes ejercieron mala influencia. Los siervos de Dios tienen que actuar con sencillez y franqueza, y no encubrir el mal proceder; porque están entre los vivos y los muertos, y tendrán que dar cuenta de su fidelidad, de su misión y de la influencia que ejercen sobre la grey de la cual el Señor los hizo sobreveedores. { PE 99.1; EW.99.1 }

Los que reciben la verdad y son puestos en tales pruebas habrían recibido la verdad igualmente si esos hombres se hubiesen mantenido alejados, ocupando el lugar humilde que el Señor les designaba. El ojo de Dios velaba sobre sus

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joyas, y habría dirigido hacia ellas sus mensajeros llamados y escogidos, hombres que habrían obrado comprensivamente. La luz de la verdad habría brillado ante estas almas, les habría descubierto su verdadera posición, y ellas habrían recibido la verdad con el entendimiento y habrían sido satisfechas con su belleza y claridad. Y al sentir sus efectos poderosos, habrían sido fuertes y derramado una influencia santa. { PE 99.2; EW.99.2 }

Qué hacer cuando un dirigente o presidente de asociación, unión, etc. se oponen a la predicación

El espíritu de dominio se extiende a los presidentes de nuestras asociaciones. Si un hombre confía en sus propias facultades y trata de ejercer dominio sobre sus hermanos, creyendo que está investido de autoridad para hacer de su voluntad el poder dominante, el procedimiento mejor y el único seguro consiste en quitarle el puesto para que no se haga un gran daño y él mismo pierda su propia alma y ponga en peligro el alma de otros. “Todos vosotros sois hermanos”. Esta disposición a dominar sobre la heredad de Dios causará una reacción a menos que estos hombres cambien su conducta. Los que ocupan puestos de autoridad deben manifestar el espíritu de Cristo. Deben tratar como él lo haría con cada caso que requiera atención. Deben estar imbuidos del Espíritu Santo. El cargo no engrandece a un hombre ni en una jota o una tilde a la vista de Dios; sólo valora el carácter. TM 362.1

Algunos dirigentes querían que la gente les pida permiso

“Debe darse más fuerza a la administración de la Asociación… Dios no ha colocado ningún poder monárquico en nuestras filas para controlar esta rama o la otra rama de la obra. La obra ha sido grandemente restringida por los esfuerzos para controlarla en todos los ramos. Aquí hay una viña que presenta lugares desiertos en los cuales no se ha trabajado. Y si alguno ha de empezar a labrar estos lugares en el nombre del Señor, a menos que obtenga permiso de los hombres que están en un pequeño círculo de autoridad no recibirá ninguna ayuda. Pero Dios se propone que sus obreros tengan ayuda. Si cien empezaran en una misión a trabajar estos campos destituidos, clamando a Dios, él abriría el camino delante de ellos… Si la obra no hubiera sido restringida de esta forma, … habría avanzado con majestad. Habría progresado con debilidad al comienzo, pero el Dios del cielo vive; el gran Inspector vive… NB 422.3

Dios tendrá su propio ministerio para el fuerte pregón

El gran asunto que pronto afrontaremos [la imposición de las leyes dominicales], eliminará a todos aquellos a quienes Dios no ha señalado, y él tendrá un ministerio puro, verdadero, santificado, preparado para la lluvia tardía.—Mensajes Selectos 3:440 (1886). EUD92 183.2

Obreros individuales de sostén propio

En años pasados, los siervos de Dios aprovechaban las ocasiones que los congresos les ofrecían para enseñar a nuestros miembros los métodos prácticos de presentar a sus amigos y conocidos las verdades salvadoras del mensaje del tercer ángel. Muchos aprendieron así a trabajar en su ciudad o pueblo como misioneros no retribuídos. Muchos volvieron a sus hogares para trabajar con más celo y de una manera más inteligente que en lo pasado. 3JT 322.1

Condiciones para ser sostenidos

—Los que quieren trabajar en palabra y en doctrina, deben estar firmemente establecidos en la verdad antes de ser autorizados a salir al campo a enseñar a otros. La verdad, pura y sin adulteración, debe ser presentada a la gente. Es el mensaje del tercer ángel el que representa la verdadera prueba para la gente. Satanás inducirá a los hombres a fraguar falsas pruebas, y así tratar de oscurecer el valor del mensaje de verdad, anulando sus efectos. Ev 157.7

Se sostiene a los que predican solo el Tercer Ángel

A nosotros, como siervos de Dios, nos ha sido confiado el mensaje del tercer ángel, el mensaje que nos une, que ha de preparar a un pueblo para la venida de nuestro Rey. El tiempo es corto. El Señor desea que todo lo relacionado con su causa sea puesto en orden. El desea que el solemne mensaje de amonestación y la invitación sean proclamados tan ampliamente como sus mensajeros puedan hacerlo. Los medios que vengan a la tesorería han de ser usados sabiamente para sostener a los obreros. Nada que impida el progreso del mensaje, debe ser permitido en nuestros planes… { NB 463.4; LS.423.1 }

Ellos obtendrán también una rica recompensa. En las coronas de su regocijo, aquellos a quienes hayan rescatado y salvado finalmente resplandecerán para siempre como estrellas. Y durante toda la eternidad tendrán la satisfacción de haber hecho lo que podían en la presentación de la verdad en su pureza y hermosura, de manera que hubo almas que se enamoraron de ella, fueron santificadas por ella y aprovecharon el inestimable privilegio de ser enriquecidas, lavadas en la sangre del Cordero y redimidas para Dios. { PE 61.2; EW.61.2 }

Vi que los pastores del rebaño deben consultar a aquellos en quienes tienen motivos de confiar, a aquellos que han estado en todos los mensajes, y son firmes en toda la verdad presente, antes de abogar por nuevas ideas importantes que ellos creen sostenidas por la Biblia. Entonces los pastores estarán perfectamente unidos, y esta unión de ellos será

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sentida por la iglesia. Vi que una conducta tal evitaría divisiones inconvenientes, y que no habría peligro de que el precioso rebaño se dividiese, ni que las ovejas se dispersasen sin pastor. (Véase el Apéndice.) { PE 61.3; EW.61.3 }

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