Sábado, mayo 24
En los Salmos: Segunda parte
Lee para el estudio de esta semana:
Salmo 46; Jeremías 4:23-26; Salmo 47:1-4; 1 Tesalonicenses 4:13-17; Salmo 75; Apocalipsis 14:6-12.
Para memorizar
«Dios, alábente los pueblos, todos los pueblos te alaben. Alégrense y gócense las naciones, porque juzgarás a los pueblos con equidad, y guiarás a las naciones en la tierra» (Sal. 67:3, 4).
Al pensar en los acontecimientos finales, tendemos a centrarnos en las bestias y los poderes descritos en Apocalipsis, que sin duda tienen un papel importante. De lo contrario, Dios no los habría incluido en la Biblia para que entendiéramos qué representan (ver Apoc. 1:3). Sin embargo, la profecía también trata temas clave relacionados con el pecado, el sufrimiento, el juicio, la lucha entre el bien y el mal, la justicia, la injusticia, la persecución y mucho más. Porque toda la profecía es amor, y el amor es completo.
Por eso, seguiremos estudiando y aprendiendo acerca de estas verdades cruciales contenidas en los Salmos.
Domingo, mayo 25
«Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones»
Lee Salmo 46. ¿Qué mensaje de esperanza podemos extraer de este pasaje en medio de la confusión actual y de lo que sabemos que ocurrirá en la Tierra en los últimos días, a medida que el Gran Conflicto se desarrolla aquí?
Dios es nuestro amparo y fortaleza,
Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
2 Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida,
Y se traspasen los montes al corazón del mar;
3 Aunque bramen y se turben sus aguas,
Y tiemblen los montes a causa de su braveza.
4 Del río, sus corrientes alegran la ciudad de Dios,
El santuario de las moradas del Altísimo.
5 Dios está en medio de ella; no será conmovida.
Dios la ayudará al clarear la mañana.
6 Bramaron las naciones, titubearon los reinos;
Dio él su voz, se derritió la tierra.
7 Jehová de los ejércitos está con nosotros;
Nuestro refugio es el Dios de Jacob.
8 Venid, ved las obras de Jehová,
Que ha puesto asolamientos en la tierra.
9 Que hace cesar las guerras hasta los fines de la tierra.
Que quiebra el arco, corta la lanza,
Y quema los carros en el fuego.
10 Estad quietos, y conoced que yo soy Dios;
Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra.
11 Jehová de los ejércitos está con nosotros;
Nuestro refugio es el Dios de Jacob.
Pero, para que todo esto se cumpla y podamos creer que será así como está escrito, necesitamos conocer cómo y por qué se desatará esta tribulación. “Estad quietos y conoced que yo soy Dios” no significa que no debemos saber lo que viene, cómo viene y por qué viene. «Estad quietos» significa: esperen en lo que está escrito, en lo que dije que va a ocurrir. No significa: no hagas nada.
Muchos se chasquearán cuando vean que no podrán reconocer cuándo Dios estará actuando. Se confundirán porque Satanás engaña al mundo entero. Para librarse del engaño solo está la verdad, que es lo contrario, y la verdad es la Palabra de Dios. La advertencia de la sierva de Dios es pertinente ahora:
“Muchos que fueron una vez concienzudos y amaban a Dios y a su Palabra se han endurecido de tal manera al rechazar la luz de la verdad que no vacilan en calumniar en forma alevosa y acusar falsamente… si con ello pueden minar la influencia de aquellos que de manera intrépida declaran la verdad… Los que odian los mandamientos de Dios se regocijarán por los pasos que demos en falso y por nuestros defectos, como lo hicieron los impíos en 1843.
También vi que muchos ignoran lo que deben ser a fin de vivir a la vista del Señor durante el tiempo de angustia, cuando no haya Sumo Sacerdote en el Santuario. Vi que muchos descuidaban la preparación necesaria, esperando que el tiempo del “refrigerio” y la “lluvia tardía” los preparase para sostenerse en el día del Señor y vivir en su presencia. ¡Oh! ¡Y a cuántos vi sin amparo en el tiempo de angustia!
Quienes se nieguen a ser tallados por los profetas y a purificar sus almas obedeciendo a toda la verdad… llegarán al tiempo en que caigan las plagas y verán que les hubiera sido necesario que los tallasen y escuadrasen para la edificación. Pero ya no habrá tiempo para ello ni tampoco Mediador que abogue por ellos ante el Padre.” (PE 70)
“Sólo los que hayan estudiado diligentemente las Escrituras y hayan recibido el amor de la verdad en sus corazones serán protegidos de los poderosos engaños que cautivarán al mundo. Merced al testimonio bíblico, descubrirán al engañador bajo su disfraz.” (CI 90)
Como se puede ver, las promesas son para quienes se dejan librar de la tribulación con la guía de Jesús, que es su Palabra. Los que no la estudian pensarán que van a ser protegidos mágicamente y se perderán.
Dios les dijo a los de Gedeón que Él sería quien se encargaría de la guerra. Pero dio instrucciones de lo que ellos tendrían que hacer mientras Él derrotaba a los malos. Ellos tenían que gritar, romper sus cántaros y hacer brillar sus antorchas.
Ahora, Dios también se encargará de los impíos poderes fácticos de la Tierra denunciados en Apocalipsis, pero nosotros debemos seguir las instrucciones de dar el fuerte pregón contra ellos y hacer brillar la luz de la Palabra, que se adelantó a todo esto para que Dios sea glorificado. Diremos lo que hemos aprendido y cómo habita en nosotros por su Palabra, rompiendo los cántaros de barro de nuestro yo y dejando ver la verdad que nos convenció de los tres ángeles.
¿De qué sirve solo leer las promesas para aquellos que han sido fieles hasta entonces a la Palabra de Dios, si no somos ese grupo al cual se le hacen las promesas? No es a todo miembro de la iglesia que se hace la promesa, solo a los que hayan estudiado diligentemente las Escrituras. No lo olvides. No debemos quedarnos en conocer las promesas; hay que asegurarse de ser a quienes se les cumplan, sabiendo la verdad para este tiempo.
No es bueno ahora distraer a la gente con temas repetidos que no son la verdad presente. Se debe profundizar muchísimo más en las profecías para hoy, o el pueblo no estará listo. Una manifestación de ello es que se nota que el pueblo no da su dinero para terminar la obra de la proclamación profética, sino que más bien piensa en negociar y competir con el mundo.
Lunes, mayo 26
Esperanza en medio de la confusión
Gran parte del lenguaje del libro de los Salmos es simbólico y metafórico, pero cuando se trata del que apunta al restablecimiento definitivo de nuestro planeta, hay pocas razones para creer que sea meramente figurado. El Salmo 46 nos recuerda que nuestro planeta se verá profundamente afectado por el regreso de Cristo. Pero no se trata apenas de las rocas y los océanos, sino que el gran clímax de la historia de la Tierra significará el colapso de los reinos mundanos, de los miserables sistemas de gobierno humano que han causado tanto sufrimiento durante milenios. Porque serán estos, por sus intereses materiales, quienes —por dirección de Satanás— producirán guerras y destrucción.
«Se han airado las naciones, y tu ira es venida» (Ap. 11:18).
Habrán dañado la naturaleza, a los animales y a la humanidad.
Todos estos poderes, así como el mal y el sufrimiento que han provocado a la humanidad, dejarán por fin de existir.
«Braman las naciones, titubean los reinos; alza él su voz y se derrite la tierra. ¡El Señor Todopoderoso está con nosotros! Nuestro refugio es el Dios de Jacob» (Sal. 46:6, 7).
Dios estará con su pueblo por medio de su Palabra, la cual ellos habrán aprendido cada día. En esto se aferrarán, porque la Palabra de Dios les habrá enseñado y prometido esto. Porque si la Palabra de Dios está con nosotros, el Todopoderoso también lo estará.
“El tiempo de prueba llegará para todos. Por medio de la criba de la tentación se reconocerá a los verdaderos cristianos. ¿Se sienten los hijos de Dios actualmente bastante firmes en la Palabra divina para no ceder al testimonio de sus sentidos? ¿Se atendrán ellos en semejante crisis a la Biblia y a la Biblia sola? Si ello le resulta posible, Satanás les impedirá que logren la preparación necesaria para estar firmes en aquel día. Dispondrá las cosas de modo que el camino les esté obstruido; los aturdirá con bienes terrenales, les hará llevar una carga pesada y abrumadora para que sus corazones se sientan recargados con los cuidados de esta vida y que el día de la prueba los sorprenda como ladrón.” (CI 90)
Martes, mayo 27
Bajo sus pies
Lee Salmo 47:1 al 4. ¿Qué dice el salmista acerca del lugar que nos espera en el reino de Cristo?
A largo plazo, el futuro es brillante. Hasta entonces, la humanidad ha cedido el dominio del planeta a Lucifer; por eso, cuando Satanás apareció en el concilio celestial, registrado en el libro de Job, se jactó de que esta Tierra le pertenecía.
«¿De dónde vienes?», le preguntó Dios.
«De rodear la tierra y andar por ella», respondió (Job 1:7).
Satanás estaba declarándola su propiedad; el hecho de poner el pie en un lugar era, desde la antigüedad, una manera de representar el derecho a la posesión.
«Levántate, recorre la tierra a lo largo y a lo ancho, porque a ti te la daré», dijo Dios a Abraham (Gén. 13:17).
Desde el momento en que el hombre decidió oír las sugestiones de Satanás y creyó en su palabra, ha seguido sus enseñanzas, y por eso se ha hecho súbdito de su gobierno, y lo sirve de acuerdo con la forma de vivir que lleva toda la humanidad ignorante de la Palabra de Dios.
Para que podamos ser súbditos del reino de Cristo, necesitamos hacer lo propio con Jesús. Si Adán y Eva hubieran obedecido los mandamientos de Dios, de su Palabra, el mundo no le habría sido cedido a Satanás. Pero el creer lo que dijo Satanás fue mostrarle fe a él, y por eso la Tierra quedó, desde entonces, bajo su dominio.
Ahora es indispensable leer la Biblia, única forma por la cual podemos ser súbditos de Cristo y, así, súbditos del cielo. Ninguna de estas promesas es para quienes no se someten a la Palabra de Dios por medio del estudio completo de esta. Se promete el cielo a los que hagan esto.
“Jerusalén, descendiendo del cielo en su deslumbrante esplendor, se asienta en el lugar purificado y preparado para recibirla, y Cristo, su pueblo y los ángeles, entran en la santa ciudad.”
—Elena G. de White, El conflicto de los siglos, p. 644
Miércoles, mayo 28
Vino y sangre
Lee Salmo 75, Mateo 26:26 al 29 y Apocalipsis 14:9 al 12. ¿Qué revela el Salmo 75 sobre algunas de las cuestiones que están en juego en el Juicio, y cómo nos ayudan los otros textos a entender estas cuestiones?
Se cree que este salmo fue cantado tras la milagrosa aniquilación del ejército de Senaquerib (2 Crón. 32; 2 Rey. 19), una historia que parece apuntar a la destrucción final de los malvados en Apocalipsis 20. El pueblo de Dios está dentro de la Ciudad Santa con su Rey justo, cuando los ejércitos del mal los rodean y son destruidos por Dios mismo.
Independientemente de la gravedad de los problemas existentes, se nos recuerda que los creyentes debemos vivir con esperanza y no imaginar el futuro sobre la base de los acontecimientos actuales. Y esto solo se logra por medio del estudio de las profecías de Daniel y Apocalipsis, para no hacer conjeturas sobre eventos que no existen ni ser lerdos cuando estos se están cumpliendo, y terminar del lado del enemigo, declarando que son teorías de conspiración las cosas que están sucediendo en el mundo o que no son la creencia oficial de la iglesia. Muchos líderes perderán su salvación por haberse engreído al punto de declarar que, cuando otros saben más que ellos y anuncian lo que va a ocurrir, son solo alarmistas y teóricos de conspiraciones.
Por eso, la Biblia también nos advierte: “Dejaos del hombre que es mortal”; “Maldito el hombre que confía en otro hombre” (Jer. 17:9). Por eso, cada quien debe estudiar las profecías de Daniel y Apocalipsis al margen de lo que los líderes pretendan decir. La única manera que tienen los líderes de estar en lo correcto es hacer seminarios constantes sobre las profecías de estos libros, para que la gente estudie y comprenda mejor. Entonces, los propios líderes verán que el Espíritu Santo obra también por medio de los miembros que estudian la Biblia y el Espíritu de Profecía. Todos aportarán lo que han encontrado, pues todo está escrito en los libros de Dios. No se recibe la suposición, sino el escrito que respalde lo dicho. Así, la iglesia se hará más humilde, pura y santa, y estará recién lista para esperar la venida de Jesús.
Jueves, mayo 29
Para que se conozca tu salvación
Lee el Salmo 67. ¿De qué manera este himno de alabanza te ayuda a comprender el papel del pueblo de Dios en Apocalipsis 14:6 al 12?
Ingenieros del Instituto de Tecnología de Massachusetts, EE. UU., han creado un nuevo revestimiento negro que hace casi invisibles los objetos pintados con él. Logrado a partir de nanotubos, es muchas veces más oscuro que cualquier material negro fabricado anteriormente. Este nuevo material puede absorber el 99.99 % de toda la luz visible. Ni siquiera la luz más brillante consigue hacer visibles los objetos cubiertos con este revestimiento.
A veces se piensa que la iglesia, sin conocer y dominar los libros de Daniel y Apocalipsis, puede ir a anunciar el mensaje. Y muchos han hecho creer que predicar el mensaje es solo ir a decir que Jesús murió por nuestros pecados, que nos salvó, que vendrá por segunda vez, y que cuando la gente ora pidiendo perdón por sus pecados, es porque ya se convirtió. Esto no es verdad. La conversión es a la verdad de Dios. Y solo cuando la gente ha oído la verdad completa para este tiempo, recién se puede decir que se ha convertido a esa verdad.
Muchos, aun en la iglesia, creen esa argucia del enemigo. No quieren estudiar lo que nos ha hecho el pueblo que somos. Y la pregunta es:
¿Qué irán a enseñar cuando se les llame a declarar este mensaje final? ¿Por qué se le llama “mensaje final”?
Los propios hermanos de la iglesia necesitan ser capacitados para enseñar a otros. Es un abuso enviarlos sin darles el conocimiento y decirles que brillen. En tiempos de los apóstoles, Apolos predicaba poderosamente la Escritura, y sin embargo, no era la verdad presente lo que hablaba. Aquila y Priscila tuvieron que ubicarlo en la verdad presente para que recién pudiera anunciarla correctamente (Hech. 18:24-27).
“Como está predicho en el capítulo 18 de Apocalipsis, el mensaje del tercer ángel ha de ser proclamado con gran poder por aquellos que den la advertencia final contra la bestia y su imagen.”
—Testimonies for the Church 8:118 (1904).
“Varios me han escrito preguntándome si el mensaje de la justificación por la fe es el mensaje del tercer ángel, y he contestado: ‘Es el mensaje del tercer ángel en verdad.’”
—Manuscrito 437, 1890.
Viernes, mayo 30
Para estudiar y meditar
Lee Salmo 133, Hechos 1:4 al 9 y Apocalipsis 5:4 al 7.
La lluvia tardía, que cae hacia el fin de la temporada, madura el grano y lo prepara para la siega.
“El Señor…” —EUD, p. 157
A Juan le fueron reveladas escenas de profundo y conmovedor interés acerca de la experiencia de la iglesia. Vio la situación, los peligros, los conflictos y la liberación final del pueblo de Dios. Registra los mensajes finales que han de hacer madurar la mies de la Tierra, ya sea en gavillas para el granero celestial o en manojos para los fuegos de destrucción.
—CES, p. 62
«Durante la era patriarcal, la influencia del Espíritu Santo se había revelado a menudo en forma muy notable, pero nunca en su plenitud. Ahora, en obediencia a la palabra del Salvador, los discípulos ofrecieron sus súplicas por este don, y en el Cielo Cristo añadió su intercesión. Reclamó el don del Espíritu, para poderlo derramar sobre su pueblo».
—Elena G. de White, Los hechos de los apóstoles, p. 31.
Los apóstoles hicieron su parte con su verdad presente. Así, ahora nosotros debemos proclamar la verdad que es para nuestro tiempo, y recibiremos mayor poder que ellos.
“Yo creo”. Esto sucedió en los días de la lluvia temprana; pero en la lluvia tardía será mucho más abundante. El Salvador será glorificado, y la tierra será iluminada con la gloria de los brillantes rayos de su justicia.
—The Home Missionary, 1 de noviembre de 1893, RP, p. 179.
Cuando el poder divino se combine con el esfuerzo humano, la obra se propagará como fuego en el rastrojo. No necesitamos inventar nuevos medios y métodos, pues nunca hemos estado a cargo de la obra.
Satanás ha ideado un estado de cosas por el cual la proclamación del mensaje del tercer ángel será detenida. Debemos precavernos de sus planes y métodos. No debe suavizarse el tono de la verdad; no debe disimularse el mensaje para este tiempo. El mensaje del tercer ángel debe ser fortalecido y confirmado. El capítulo 18 de Apocalipsis revela la importancia de presentar la verdad no en términos mesurados, sino con valentía y poder. Ha habido demasiados rodeos en la proclamación del mensaje del tercer ángel. El mensaje no ha sido dado tan clara y distintamente como debiera haber sido proclamado.
—Manuscrito 16, 1900.
Preguntas para dialogar:
- ¿Cómo podemos aprender a no desesperarnos por el hecho de que aún hay tanta gente que no ha oído hablar de las verdades cruciales para los últimos días?
“Dios empleará instrumentos cuyo origen no podrá discernir el hombre: ángeles harán una obra que los hombres podrían haber tenido la bendición de realizar si no hubieran sido descuidados en responder a las demandas de Dios.”
—Mensajes Selectos 1:138 (1885).