«Dado que los líderes mundiales del G7 pueden divertirse juntos sin mascarillas ni distanciamiento social, el resto del mundo puede hacer lo mismo», escribió un usuario en Twitter.
En el marco de la cumbre del G7 que se celebró en Cornuelles (Reino Unido), los jefes de Gobierno de los países que componen el grupo asistieron a una barbacoa en la bahía de Carbis, en un popular resort turístico que les daría la oportunidad de abordar cuestiones de interés mutuo en una atmósfera más relajada. Sin embargo, las fotos del encuentro han desatado una fuerte polémica entre los usuarios de las redes sociales, que los acusan de haber violado las estrictas medidas de distanciamiento social vigentes en el país.
A la controversial reunión junto a la playa asistieron el presidente de EE.UU., Joe Biden, y el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, además de los líderes de Alemania, Japón, Francia, Canadá e Italia.
«Se acabó el distanciamiento social», escribió en Twitter el periodista y presentador británico Robert Peston.
«Dado que los líderes mundiales del G7 pueden divertirse juntos sin mascarillas ni distanciamiento social, el resto del mundo puede hacer lo mismo», tuiteó otro usuario.
«Si bien el ‘distanciamiento social’ claramente no supone una preocupación para los asistentes del G7, convenientemente se olvidaron de decirnos que la ‘pandemia’ terminó entonces. Si se acabó para ellos, se acabó para nosotros», escribió la presentadora de televisión y nutricionista escocesa Gillian Mckeith.
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No obstante, el Secretario de Estado para Relaciones Exteriores y de la Mancomunidad del Reino Unido, Dominic Raab, comentó en una entrevista con Sky News que siempre ha habido diferentes regulaciones para reuniones sociales y negocios gubernamentales.
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Por su parte, Max Blain, portavoz oficial del primer ministro británico, aseguró que «el evento se realizó de una manera totalmente segura de covid-19 y dentro de las reglas existentes».